En este texto trato de avanzar un paso más en mi reflexión sobre el
concepto de cultura y sus múltiples usos en las ciencias sociales -
particularmente en la antropología- , en la política, en los medios de
comunicación y en la vida cotidiana1
. El hilo conductor es la profunda diferencia
que existe cuando se habla de la cultura en singular y en plural. Si se examina
con atención la profunda relación entre la cultura y el poder en los espacios de
lo que se llama política, el concepto teórico en singular se confunde con la
cultura occidental y, por eso, los pueblos no occidentales no son tomados en
cuenta, y se impone un modelo da cambio o de ̈desarrollo ̈ para que las
culturas indígenas dejen de ser lo que son y se conviertan simplemente en
nuevos segmentos de la cultura occidental criolla. Pareciera que hubiera una
especie de acuerdo unánime para que el nosotros del razonamiento
etnocéntrico moderno de occidente se convierta en la única opción de pensar
la realidad y, en consecuencia, no se tomen en cuenta los derechos
particularmente políticos de los pueblos indígenas.
Fil: Montoya Rojas, Rodrigo. Universidad de San Marcos, Perú