En las dos últimas décadas, junto con los procesos de empobrecimiento y exclusión
de masas de la población, emergieron una diversidad de prácticas y formas
económicas, en buena medida ya institucionalizadas, que se ubican bajo el
paraguas de la ESS o de la Economía Solidaria (por propia auto-denominación o
por quienes las caracterizan así desde afuera). Micro-emprendimientos asociativos,
trabajadores o usuarios auto-gestionados, empresas recuperadas, comercio justo,
microcrédito, redes de abastecimiento o comercialización, etc.
En lo inmediato, todas se dirigen con prioridad al segmento de los pobres o
excluidos, y marcan su intención de diferenciarse de las prácticas asistencialistas
(que no es lo mismo que asistenciales, pues siempre es necesaria una dosis de
asistencia), atacando la cuestión social desde la (re) inserción en la economía que
operó los efectos excluyentes.
Fil: Coraggio, José Luis. Universidad Nacional de General Sarmiento, Instituto del Conurbano; Argentina