La Reforma de 1918 representa una suerte de Revolución Francesa para el movimiento estudiantil y las luchas universitarias en general: un punto de inicio de un ciclo que cambia la dimensión sobre lo que nuestro continente entiende por universidad. Sin embargo, desde sus orígenes, la Reforma fue mucho más que una demanda por una institución más democrática en sí misma –que incluyera las cátedras, el co-gobierno, la discusión de sus programas, etc.–, más bien invitó a redefinir desde la raíz el sentido mismo de la universidad y su vínculo con la emancipación social. Hay una “larga marcha” del movimiento estudiantil y las luchas que albergó desde 1918 en adelante. Pensar la Reforma no es pensar un acontecimiento puntual, sino un proceso, con sus puntos de partida y la pluralidad de sus posibles llegadas, frustraciones, olvidos, retrocesos y conquistas.
Fil: Tatián, Diego. Universidad Nacional de Córdoba. Facultad de Filosofía y Humanidades; Argentina
Fil: Vázquez, Guillermo. Universidad Nacional de Córdoba. Escuela de Trabajo Social; Argentina